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domingo, 20 de febrero de 2011

CONSEJOS PARA HACER MEJORES FOTOS - 3º PARTE Y ÚLTIMA (La Exposición)

Cuando tomas una fotografía, siempre esperas que la imagen que salga después esté perfecta tanto en la composición, como en el enfoque o en la exposición. Sin embargo, hay veces que aunque la cámara este en modo automático, y los dos primeros parámetros estén correctos, te encuentras con que una foto sale mal expuesta. Al verla en la pantalla de tu cámara torcerás el gesto, pondrás cara de desaprobación y en ocasiones la borraras directamente de la tarjeta, bien porque no te apetece pasarte un buen rato delante del ordenador para ver si la recuperas, o bien porque directamente decides que no te satisface lo más mínimo. Según yo lo veo, dos son los estados que puede tener una imagen con mala exposición: O está subexpuesta, como la imagen de abajo a la izquierda. O está sobreexpuesta, como la imagen de abajo a la derecha. En ambos casos las dos imágenes, visualmente hablando, no aportan nada y no son agradables de ver. En la imagen subexpuesta, la de la izquierda, los detalles de las luces casi (y hago hincapié en ese "casi") se podría decir que están bien expuestos, un poco oscuros pero no demasiado. Sin embargo los detalles de los medios tonos y de las sombras están ocultos y no se aprecian con claridad.






Si te fijas en el histograma de la izquierda, verás que la mayor parte de la información tonal se agrupa hacia la izquierda, la zona de las sombras, mientras que en la zona de la derecha, la parte de las luces, apenas hay información. Es decir, falta equilibrio entre las tres zonas, que a fin de cuentas una exposición correcta es eso: Un equilibrio correcto entre las luces, las sombras y los medios tonos. Por el contrario, en la imagen sobreexpuesta (la de la derecha) en el histograma, los medios tonos y las sombras se podría decir que tienen algo de detalle y se aprecian bien, pero las luces están quemadas, éstas no tienen detalle y están planas, por lo que la imagen tampoco es válida. Su histograma es radicalmente opuesto a la foto subexpuesta, la gran mayoría de la información  se desvía hacia la derecha, mientras que en la zona izquierda, la de las sombras, casi no hay información.
Pero aunque parezca una bobada lo que voy a decir, dentro de lo malo siempre es mejor, al fotografiar, decantarse por una imagen subexpuesta a otra sobreexpuesta, y ¿por qué? Pues porque en una imagen sobreexpuesta los detalles de las luces, y luces altas y algunos medios tonos están quemados, y por mucho que se edite la imagen, no se podrá recuperar información de esas zonas quemadas, porque sencillamente esa información no existe. Se ha perdido. Por el contrario, en una imagen subexpuesta, esa información no se ha quemado, está ahí aunque no lo apreciemos, por lo que si corregimos adecuadamente la exposición de la imagen en PhotoShop, o en cualquier otro software de edición digital de imágenes, veremos como las zonas oscuras de la imagen, en la mayoría de los casos, se recuperan mostrando la información que contienen. Pero no nos engañemos ya que todo tiene un límite, porque si la fotografía está demasiado subexpuesta tampoco se podrá recuperar gran cosa.
¿QUÉ HACER ENTONCES?
Si no quieres estar quemándote las pestañas delante del ordenador, intentando salvar lo insalvable, deberás tener en cuenta una serie de normas para que no pase eso. La más simple, y siempre que tu cámara te lo permita, antes de hacer la foto es una buena idea visualizar el histograma en tiempo real, es decir, que según estés enfocando a lo que quieras fotografiar, puedas ver como el histograma va cambiando en función de la luz que va recibiendo de la escena. De ésta forma, podrás ver que si el histograma se desvía hacia la izquierda (la zona de las sombras) la imagen te saldrá subexpuesta. Por el contrario, si el histograma se va a la derecha (la zona de las luces) la imagen que obtendrás estará sobreexpuesta. Por lo que la virtud, como en todo, está en el término medio, es decir, intentar lograr un histograma que ocupe la toda la gama tonal, desde la parte izquierda, hasta la parte derecha, o dicho de otra forma: Que haya información  en toda la extensión del histograma. Si no puedes lograr que el histograma ocupe toda la gama, bien porque las condiciones de luz sean malas o bien porque haya demasiado contraste entre las luces y las sombras, siempre será mejor intentar que el histograma ocupe la parte central de la escala, o en su defecto que esa información se desvíe un poco hacia la izquierda. De esa forma tendrás imágenes aceptablemente expuestas, aunque éstas se desvíen un poco hacia las sombras, y aunque luego tengas que pasarlas por la edición, las correcciones de exposición y de niveles que hagas podrán ser mínimas. Otra norma es que siempre que sea posible, te acostumbres a disparar en RAW, de ésta forma podrás editar tu foto de una manera más eficaz que si eliges disparar en JPEG. Si tu cámara no permite disparar en RAW y solo puedes hacerlo en JPEG, deberás de ajustar la cámara para que siempre dispare a la máxima calidad que el sensor permita. Por lo menos podrás conseguir instantáneas decentes a pesar de la pérdida de información que acarrera el formato JPEG.
Otra manera que tienes de lograr una exposición correcta, o lo más correcta posible, es seleccionar el  modo de medición que mejor se adapte a la escena que vayas a fotografiar. Por regla general, todos los fabricantes de cámaras fotográficas incluyen los tres modos de medición más comunes: La medición puntual, la ponderada al centro y la general o de amplio espectro. Aunque los fabricantes suelen llamar a los modos de medición usando su propia terminología: Matricial, multipatrón, multisegmento o promediada, lo cierto es que se llamen como se llamen todas hacen lo mismo, y a día de hoy nos podemos fiar bastante de sus mediciones ya que suelen ser muy precisas. Pero ¿Cuál es el mejor? Pues todo depende de lo que vayas a fotografiar. El Modo Multisegmento toma una lectura amplia de lo que ves por el encuadre, por lo que viene bien cuando lo que se va a fotografiar es un paisaje o una escena en el exterior. Por regla general éste modo de medición será el que más se use al aire libre. Pero ¿y si tienes que hacer un retrato de medio plano o de un primer plano? ¿Qué hay que usar? Pues yo me decantaría por la medición Ponderada al Centro. Ésta medición toma una lectura de una parte amplia de la zona central del encuadre, descartando el resto. Por lo que es útil cuando se pretenda evitar que el fondo no influya en la medición de la cámara, así, el fondo no destacará más que la cara del sujeto, sobre todo cuando éste sea más claro que la cara. Por último está el modo de medición Puntual. Éste tipo de medición es preciso y se centra únicamente en una parte muy pequeña del encuadre, que generalmente coincide con el centro del mismo. Éste tipo de medición es útil para cuando quieras restringir la medición a un punto concreto de la escena, como por ejemplo las fotografías macro, así te aseguras que esa parte de la escena salga correctamente expuesta.
LOS VALORES ISO Y EL BALANCE DE BLANCOS
Hay mucha gente que para evitar problemas en la exposición cuando las condiciones de luz son escasas, lo que hacen es aumentar el valor ISO de la cámara para aumentar la sensibilidad del sensor, de ésta forma pueden mantener los valores de obturación y apertura de diafragma. Pero eso lleva aparejado un pequeño problema. Si el valor ISO lo aumentamos demasiado (en algunas cámaras por encima de los 800 ISO) aparece en la imagen lo que se conoce como Ruido. ¿Y qué es el ruido? Pues el ruido es una especie de interferencia eléctrica que se crea cuando los electrones se mueven por los conductores eléctricos, ya que al tiempo que eso ocurre se crea una corriente eléctrica inducida (o corriente eléctrica parásita) en el conductor eléctrico. El sensor de cualquier cámara fotográfica está construido con millones de células sensibles a la luz y cada píxel tiene montones de esas células. Cuando la luz incide sobre ellas generan una corriente eléctrica que es la que forma la imagen y es la que se encarga de grabar dicha imagen en la tarjeta. Pero asociada a esa corriente eléctrica, y como ya he dicho antes, se crea otra corriente eléctrica inducida o parásita, que no tiene nada que ver con la imagen. Esa corriente parásita crea en la imagen pequeños puntos que restan nitidez a la misma, a la vez que hacen que la exposición se resienta. El ruido se puede corregir en postproducción, pero siempre es aconsejable minimizarle en el momento de hacer la foto, por lo tanto siempre que se pueda, y para conseguir fotos libres de ruido en un porcentaje muy alto, es aconsejable disparar con un valor que no exceda de los 200 ISO.
Otra cosa que hace que una foto no tenga una correcta exposición  es disparar constantemente con el Balance de Blancos automático. Por regla general el balance de blancos automático, de la mayoría de las cámaras, no lo hace mal del todo, pero en algunas ocasiones no es tan preciso como se desearía. Por eso, en según que condiciones, también afecta a la exposición de la imagen. Por lo que siempre será mejor elegir el balance de blancos que más se ajuste a las condiciones de iluminación reinantes, que dejarlo todo en manos del automático. ¿Qué es un verdadero coñazo tener que estar ajustando el balance de blancos cada vez? Pues si, completamente de acuerdo. Pero así te aseguras que obtendrás los mejores resultados, sobre todo si la, o las fotos, que tengas que hacer deban tener una calidad excelente, bien sea porque se trate de un encargo y vayas a cobrar por ello, o bien sea por obtener buenas imágenes para nuestra satisfacción personal, y porque no, presumir de fotos. Además, si te acostumbras a usar el balance de blancos adecuado a la escena a fotografiar, al cabo del tiempo podrás evaluar mucho mejor, y más rápidamente, cualquier situación en la que te encuentres cuando vayas a hacer fotos, al tiempo que conocerás mucho mejor el manejo de tu cámara. Aunque el balance de blancos siempre se puede corregir a posteriori, como norma es mucho mejor ajustarlo a las condiciones de iluminación justo en el momento de hacer la foto. De ésta forma conseguirás unas fotos mejor expuestas y libres, en un porcentaje muy alto, del ruido que se pueda generar.
LA AYUDA EN PHOTOSHOP
La Corrección del Balance de Blancos y la Exposición
Ya has hecho la foto y al verla en grande en la pantalla del ordenador, ves que no está todo lo correctamente expuesta que debiera, ¿qué haces? Lo primero que hay que hacer, una vez abierta la imagen en Camera RAW, por ejemplo, es comprobar el balance de blancos y ajustarlo de manera adecuada.Usaremos para ello la herramienta de ajuste del balance de blancos, señalada con una flecha roja en la imagen de la derecha. Con esa herramienta seleccionada hay que hacer clic, en un área de la foto, que sea de color gris, o lo más parecido posible. La imagen cambiará su aspecto al cambiar la temperatura de color. Si el resultado no te convence, deshaz la acción pulsando en "CTRL + Z" y haz el ajuste a mano. Para ello mueve los deslizadores Temperatura Matiz de la pestaña Exposición, señalados con una flecha azul y otra amarilla respectivamente, hasta que el resultado sea satisfactorio. Una vez corregido el balance de blancos habrá que centrarse en la exposición, ya que es muy probable que la imagen se haya quedado algo clara o algo oscura al corregir el balance de blancos. Para ello haz clic en el deslizador Exposición, flecha naranja, y lo mueves a la derecha si la imagen está subexpuesta o a la izquierda si está sobreexpuesta. Esto hará que el histograma vaya cambiando a medida que se vaya moviendo el deslizador. Si tienes activadas las alertas de recorte (solo tienes que hacer clic en donde señala la flecha negra para la alerta de las sombras y hacer clic donde señala la flecha verde para las luces. O pulsar las teclas U y O para activarlas) ACR te avisará cuando te pases, con un color rojo para las iluminaciones y un color azul para las sombras. Si has corregido la exposición y ésta ha quedado bien pero las iluminaciones han quedado muy claras y la imagen se ha llenado de color rojo, mueve el deslizador Recuperación (flecha magenta) hacia la derecha, El indicador rojo irá desapareciendo a medida que lo vayas desplazando. Si entonces la imagen empieza a adoptar un aspecto plano, eso es que te estás pasando con dicho deslizador. Así es que mueve ahora el deslizador Claridad, flecha cian, hacia la derecha para compensar. Por último céntrate en las sombras para recuperar algo de detalle en ellas, moviendo el deslizador Luz de relleno (flecha marrón) hacia la derecha, así los indicadores azules irán desapareciendo. 
LA CORRECCIÓN DEL RUIDO
Cuando hayas corregido la exposición y ésta esté a tu gusto, debes corregir el ruido, si éste es muy aparente. PhotoShop tiene, afortunadamente, varias herramientas que pueden reducir el nivel de ruido. La primera de ellas y sin salir de ACR está en la pestaña Detalles (mira la captura  adjunta de la derecha). Aparte de los controles de enfoque, hay dos controles deslizantes, en el apartado Reducción de ruido, llamados Luminancia (flecha azul) y Color (flecha roja). 
El primero de ellos, Luminancia, es para reducir el ruido lumínico, es decir, los puntos de los que antes he hablado en relación con la corriente eléctrica inducida. Son más visibles en imágenes en escala de grises, vulgarmente llamadas fotos en blanco y negro. El segundo control, Color, es para reducir el ruido cromático, y se caracteriza porque alrededor de los puntos del ruido lumínico, se crea un efecto de color de arco iris con manchas de colores. Esto solo ocurre, como puedes suponer, en las imágenes en color. Para que aprecies el efecto de los dos ruidos, he incluido dos imágenes, en las que he exagerado el efecto del ruido para que se pueda ver la diferencia.
La primera de ellas (a la izquierda) tiene ruido lumínico, y se puede apreciar la dispersión de puntos negros por toda la imagen. Si la fotografía es en blanco y negro, y se ha usado un valor de ISO alto por la falta de luz, el ruido será más intenso, sobre todo en cámaras cuyo sensor sea pequeño. 
El caso contrario es el que ilustra la fotografía de la derecha. Esa foto tiene ruido cromático, y se pueden apreciar los puntos de colores que están repartidos por toda la foto. Son dos tipos de ruido diferentes, pero los dos afectan a la exposición de la imagen. Para corregir el ruido en ACR, lo primero que hay que hacer es ampliar la imagen lo suficiente como para poder apreciar el efecto de los controles en la imagen, ya que en la mayoría de los casos el ruido es poco apreciable a simple vista.
Después no hay que mover los deslizadores aplicando mucho efecto de golpe, es mejor que el efecto sea sutil. Se trata de reducir el ruido, no de hacer que la imagen adquiera una apariencia extraña. Por lo que si la imagen tiene ruido lumínico, hay que mover el deslizador Luminancia (flecha azul) hasta un punto en que el ruido se reduzca sin alterar la imagen demasiado. Si la imagen presenta ruido cromático, hay que mover el deslizador Color (flecha roja) siguiendo el mismo criterio que en el deslizador anterior. Si después de mover esos deslizadores solo hemos conseguido que el ruido no sea tan aparente, pero todavía esté visible en la imagen, cerraremos ACR para que la imagen se abra en PhotoShop para aplicarle una corrección más potente. Así es que cuando tengas abierta la foto en PhotoShop, deberás duplicar la capa fondo, para crear una capa sobre la que poder trabajar, y aplicar sobre esa capa el filtro de reducción de ruido. Dentro de la ventana del filtro, también podremos reducir el ruido cromático.
Una vez reducido el ruido a unos niveles aceptables sin que la imagen haya cambiado su aspecto de forma drástica, se puede usar una máscara de capa del tipo Exposición, para ajustar ésta hasta dejar la imagen lo más correctamente expuesta, como muestra la foto de abajo, y con un histograma lo más relleno posible. Como siempre solo es cuestión de practicar con los diferentes ajustes, tanto de la cámara antes de hacer la foto, como de PhotoShop después de hacerla, porque no todas las imágenes admiten el mismo tratamiento. Cuando ya lleves un tiempo trasteando con las fotos, te darás cuenta de que no eres tan malo haciendo fotos. Lo más seguro es que muchos de nosotros no llegaremos a vivir de la fotografía, pero si podremos presumir de ser capaces de hacer estupendas instantáneas, como para que nuestras amistades se acuerden de nosotros cada vez que haya que hacer alguna foto.
Ya solo me queda despedirme hasta la próxima y animaros a seguir sacando fotos, que con la práctica se llega a la perfección.
Ángel Tejedor
Un aficionado a la fotografía

viernes, 21 de enero de 2011

CONSEJOS PARA HACER MEJORES FOTOS 2º PARTE (El Enfoque)

¡MALDITO MENEO!  
Todos sabemos la sensación que nos provoca el ver una fotografía desenfocada o movida (foto de la derecha). Por mucho cuidado que se haya puesto en la composición, por muy espectacular que sea lo que se fotografíe o por mucho tiempo que se haya invertido en realizar una foto estupenda, ésta no podrá usarse si la foto aparece desenfocada. Según yo lo veo, tres son los motivos principales por los que una foto puede salir desenfocada: Por un movimiento involuntario, o no, de la cámara al disparar. Por un error al enfocar la imagen, o por un movimiento involuntario, o no, del sujeto a fotografiar (personas, niños, objetos móviles, animales, etc.). De estos tres motivos dos los podrá controlar el fotógrafo, el otro ya es más complejo porque no depende del fotógrafo, me estoy refiriendo a fotografíar niños o animales, ya que éstos tienden a moverse cuando menos falta hace que lo hagan.
De los dos motivos que puede controlar más fácilmente el fotógrafo, el primer caso (movimiento de la cámara) suele ocurrir porque la velocidad de obturación que se ha empleado es tan baja, que el sensor se hace eco de todos los pequeños movimientos que hace el fotógrafo, incluso si la cámara esta en un trípode en el momento de hacer la foto. Es lo que se conoce como trepidación. Por eso, aunque el enfoque sea correcto, esa pequeña vibración, que incluso la puede provocar el viento, hará que la foto salga desenfocada o movida. La solución pasa por elevar la velocidad de obturación hasta un valor en que esos pequeños movimientos involuntarios, no los aprecie el sensor. Si con todo se necesita una velocidad de obturación lenta, es mejor hacer la foto con un disparador remoto o usar el disparo temporizado de la propia cámara. Generalmente, para evitar ese error, lo mejor es cambiar la prioridad de disparo a la posición “S” (prioridad de obturación) y elegir una velocidad de obturación lo más próxima posible al objetivo empleado. Por ejemplo, si estamos empleando un objetivo cuya focal sea de 70 mm, deberemos usar una velocidad de obturación de 1/70 avo de segundo, o la velocidad más próxima a la distancia focal empleada. Si encima hay poca luz, es preferible aumentar el valor ISO para compensar la falta de ésta. Siempre es mejor tener una imagen nítida con algo de ruido, que una imagen desenfocada que seguramente no se pueda utilizar.
En el segundo caso (el error de enfoque) se pueden identificar dos supuestos: El primero es cuando una parte de la imagen aparece nítida pero no se corresponde con la zona de la foto que nos interesa. Esto está causado por un enfoque automático erróneo. El segundo, es cuando la foto tiene una zona nítida pero ésta no es lo bastante clara, y está causado por disparar con una apertura de diafragma más amplia de lo que permite la lente que se esté usando, como por ejemplo f /2.8 o f/5.6. En estas aperturas el objetivo alcanza menos nitidez ya que la profundidad de campo disminuye considerablemente, haciendo que cualquier variación en la colocación del sujeto, o adelantando o atrasando la posición de la cámara con respecto del sujeto, varíe el enfoque sin que muchas veces nos demos cuenta. Por lo tanto si los niveles de luz lo permiten, es mejor aumentar el valor del diafragma para aumentar la profundidad de campo. Si por el contrario, la luz es muy escasa, habrá que plantearse el uso de un trípode, de aumentar el valor ISO o usar algún método de iluminación de apoyo como un flash, una antorcha de vídeo o un foco de luz continua portátil. Foto de la derecha.
Delegar toda la tarea del enfoque al enfoque automático de la cámara, no es una buena idea porque éste es muy puñetero y solo puede actuar de dos formas; o enfoca o no enfoca. Además, es muy fácil engañarle y si no ¿has intentado alguna vez enfocar en plena noche a la luna llena usando el enfoque automático? Difícil ¡eh! Por lo que mi consejo es que cuando se tengan problemas con el enfoque automático, y éste no sea capaz de realizar su trabajo, recurramos al enfoque manual. Sin embargo y para evitar, en la medida de lo posible, que al usar el enfoque manual tengamos problemas de enfoque, hay que ajustar las dioptrías del visor de la cámara a nuestra visión, como si de unas gafas se tratara, de manera que lo que veamos por el visor esté completamente nítido. Desgraciadamente las cámaras digitales réflex carecen, en el visor, de un elemento que si tenían algunas cámaras réflex de carrete. Me estoy refiriendo al “Telémetro”, un sistema que cuando algo estaba desenfocado, en el visor se veía la imagen, aparte de borrosa, doble, como si la estuvieras viendo a través de dos cristales de diferente color. Al enfocar, la imagen dejaba de verse doble a la vez que se volvía nítida. Otras cámaras llevaban un sistema que cuando la imagen estaba desenfocada, en el visor se veía ésta como si estuviese fragmentada. Cuando se enfocaba, los diferentes fragmentos se combinaban para mostrar la imagen nítida. A veces echo de menos esos sistemas. En éste sentido, los propietarios de las cámaras digitales compactas lo tienen más crudo, ya que éstas ni siquiera tienen visor óptico y solo se puede ver el enfoque a través de la pantalla trasera. En mi caso, y a falta de esos sistemas, suelo usar un pequeño truquillo cuando voy hacer una foto en la que tengo que usar el enfoque manual. Si tengo que fotografiar en interior, pongo en el mismo plano del objeto, o sujeto a fotografiar, una página que contenga algún texto. Cuando enfoco lo hago sobre el texto, y cuando éste se ve perfectamente nítido, bloqueo el enfoque y apunto al sujeto a fotografiar. Si es en exteriores, procuro encontrar carteles, señales, texturas etc., cualquier cosa que tenga texto escrito o superficies rugosas o texturizadas y que estén en el mismo plano que lo que voy a fotografiar. Enfoco sobre ellas y vuelvo a bloquear el enfoque para hacer la foto. De momento es un sistema que me da muy buenos resultados.
Pero ¿qué ocurre cuando lo que queremos fotografiar se mueve? Una de mis actividades favoritas a la hora de echarme la cámara al hombro, es hacer fotografía deportiva. Y a lo largo de mis andanzas, he visto como muchos aficionados hacen fotos con sus cámaras compactas a deportistas que se mueven, más o menos rápidos, encuadrando al deportista sin apenas mover la cámara, y con el agravante de colocar el sistema de disparo de la cámara en modo totalmente automático. Si tenemos en cuenta que las cámaras compactas tienen, casi todas, un pequeño retardo en el disparo, la consecuencia de ello es una foto similar a la que puedes ver en la imagen de la derecha, en la que el fondo está nítido y lo que interesa está movido del todo debido a la velocidad del ciclista. 
Según yo lo veo, hay dos tipos de enfoque, y los llamo “enfoque pasivo” y “enfoque dinámico”. El enfoque pasivo va muy bien para fotografiar sujetos u objetos cuyo movimiento es muy limitado o nulo, como gente, paisajes o naturalezas muertas. El enfoque dinámico es precisamente para todo lo contrario, cuando el sujeto se mueve y no depende de nosotros la dirección o la velocidad en la que se mueve. El sistema de enfoque continuo, que la mayoría de las cámaras poseen, es capaz de mantener el enfoque aunque la cámara y el sujeto se estén moviendo, teniendo más posibilidades de que la foto salga nítida captando más detalles. Sin embargo éste sistema no funcionará adecuadamente, si no se selecciona previamente el punto de enfoque. Es decir, mantener la zona de enfoque amplia (todas las zonas de enfoque activadas) no dará los mejores resultados. Yo suelo hacer reportajes en carreras de MTB (ciclismo de montaña) y antes de hacer cualquier foto, selecciono en el enfoque continuo la zona central de enfoque y me ayudo de un monopie. 
Eso me garantiza que al menos el 70 u 80 % de las fotos me salgan bastante nítidas (algunas extraordinariamente nítidas). De ésta forma si se selecciona el punto central de enfoque, solo hay que apuntar con él al sujeto en movimiento, así nos aseguramos que lo que interesa salga nítido aunque el resto esté borroso. Échale un vistazo a la foto de la derecha. Para hacer ésta foto seleccioné el modo de enfoque continuo, puse el punto de enfoque en la parte central y seleccioné el modo de prioridad de apertura (podría haber usado el modo de deportes, pero preferí usar la prioridad de apertura). Ajusté el diafragma a un valor de f8, y con todo seleccionado lo que hice fue perseguir al ciclista hasta que vi a través del visor el momento idóneo para disparar. Por cierto que la cámara puso el valor del obturador en sólo 1/80 avo de segundo. Éste método se llama “barrido” y es ideal para tomar fotos de cosas o sujetos en movimiento rápido y que se desplacen lateralmente con respecto a tu posición. Como puedes ver el ciclista aparece razonablemente nítido, mientras que el fondo está desenfocado dando a la foto una sensación de movimiento y velocidad bastante interesante.
LA AYUDA DE PHOTOSHOP
En las fotos digitales, sobre todo si se dispara en RAW, siempre nos saldrán las fotos como si estuviesen faltas de enfoque, aunque éstas se vean muy bien (por lo menos a mi me pasa). Así que luego, en postproducción, es necesario aplicarles un poco de enfoque. Como regla general, éste paso es mejor hacerlo el último, cuando ya se ha editado toda imagen. PhotoShop nos puede ayudar a darle a una foto desenfocada algo más grado de detalle, pero no nos engañemos, PhotoShop no hace milagros y si la imagen está muy desenfocada, no habrá nada que hacer. Para ajustar el enfoque en PhotoShop, lo podremos hacer de varias maneras, pero para mi hay dos formas que combinándolas, me da los mejores resultados. Uno es el uso de una máscara de enfoque, y el otro es usar el enfoque de los bordes usando los canales. El segundo método, ya lo he explicado en otra entrada anterior de éste blog (pincha aquí si quieres verla). Por lo que lo que voy a explicar es el primer método, la máscara de enfoque.
PhotoShop en su versión CS4, tiene en el menú “Filtro” una opción que se llama “Enfocar” y dentro de ese menú hay cinco opciones de enfoque: EnfocarEnfocar másEnfocar bordesEnfoque suavizado Máscara de enfoque. Las dos primeras (Enfocar y Enfocar más) son útiles cuando la imagen presenta algo de ruido, pero se aplican directamente y no hay posibilidad de cambiar nada ya que carecen de ventana de diálogo. La tercera (Enfocar bordes) realiza un enfoque sobre los bordes de la imagen, alisando el diente de sierra que presentan algunas imágenes, y al igual que las dos anteriores no tiene ventana de ajustes y se aplica directamente. Máscara de enfoque dispone de más control sobre el enfoque de la imagen y se puede aplicar a toda la imagen o a una selección de ésta. Por último, el filtro Enfoque suavizado, permite un mayor control sobre el enfoque que el filtro máscara de enfoque, ya que podemos actuar sobre las sombras y las iluminaciones por separado, y tenemos la opción de quitar el desenfoque gaussiano, el desenfoque de lente o el desenfoque de movimiento, así como su dirección. Máscara de enfoque y enfoque suavizado, funcionan de un modo similar pero el filtro enfoque suavizado es un poco más potente que el filtro máscara de enfoque.
¿Pero cómo se enfoca una imagen usando el filtro máscara de enfoque? Primero es bueno comprender como funciona dicho filtro. Éste filtro enfoca la imagen aumentando el contraste a lo largo de los bordes de la misma, sin embargo no detecta los bordes de ésta, sino que busca los píxeles cuyo valor es distinto al de los píxeles circundantes, según el umbral especificado en la ventana del filtro. Una vez encontrados esos píxeles, aumenta el contraste de los píxeles adyacentes en función de la cantidad especificada en la ventana del filtro.
De forma que los píxeles adyacentes más claros encontrados, con respecto a los píxeles de los bordes más claros, se vuelven más claros. Y los píxeles adyacentes más oscuros encontrados, con respecto a los píxeles de los bordes más oscuros, se vuelven más oscuros. Al aumentar el radio de la región con la que se compara cada píxel, mayores serán los efectos del borde. La verdad es que es un poco lioso todo eso, pero ayuda a comprender cuanta cantidad hay que aplicar al radio y al umbral. Lo que nunca hay que llegar a hacer es aumentar en demasía el efecto del enfoque, así evitaremos que se produzcan halos en los bordes, ya que si esto llega a pasar es que o nos estamos pasando aplicando el filtro, o la foto está tan desenfocada que aunque aumentemos mucho el efecto de éste no conseguiremos mejorarla.
Mira las dos imágenes de la flor de la derecha. En la foto de arriba, he aplicado una máscara de enfoque con los siguientes valores: En cantidad 100 %. En Radio 1,6. Y en umbral 1. En la imagen de abajo he aplicado una máscara de enfoque cuyos valores han sido en Cantidad 150 %. En Radio 10 píxeles. Y  en Umbral 2.Como se puede apreciar en la foto de abajo, el efecto del enfoque más que mejorar la imagen lo que hace es perjudicarla, porque se pueden apreciar halos en los bordes de pétalos de la flor. Además hace que la flor tenga un aspecto que es poco natural. 
Entonces ¿Cuáles son los valores con los que podemos jugar sin pasarnos? Después de probar mucho sobre imágenes de todo tipo, los valores donde yo he tenido los mejores resultados, están comprendidos entre los siguientes: En Cantidad es mejor movernos entre 50 y 100 %. En Radio, nos moveremos entre 1 y 2,6 píxeles. Y en Umbral, lo mejor es no pasarnos de 2 niveles. Ya digo que moviéndome en esos valores los resultados son realmente buenos. En éste caso se demuestra que menos es más.


RESUMEN DE LOS CONSEJOS DE ENFOQUE
Estarás de acuerdo conmigo en que es bastante frustrante haber invertido mucho esfuerzo y trabajo en prepararlo todo, para conseguir imágenes que requieren un enfoque preciso, para luego obtener un resultado decepcionante. Seguro que alguna vez has hecho algún retrato en el que la nariz, o los pómulos de las mejillas, aparecen enfocados y la zona de los ojos quedaban desenfocados. ¿Qué hacer entonces? Una buena práctica (sobre todo si vamos a fotografiar sujetos estáticos, como naturalezas muertas o primeros planos de los rostros) es enfocar usando el punto de enfoque más próximo, situado en la zona de la imagen que pretendamos sacar más nítida. Es decir, que usaremos las diferentes zonas de enfoque de la cámara de forma individual, seleccionando aquella que mejor resultado nos dé. Por ejemplo, Si vamos a fotografiar un primer plano de un rostro, y dado que en este tipo de fotos los elementos del rostro están a diferentes planos de enfoque, siempre es mejor, si lo tenemos de frente a la cámara, usar un punto de enfoque cercano a los ojos, o a los labios. Si el rostro está ligeramente ladeado, es mejor obtener la lectura de un punto de enfoque que esté a medio camino entre la zona más cercana del rostro al objetivo, y la zona más lejana del rostro al objetivo. Si además aumentamos un poco el valor ISO (entre 400 y 800) para poder cerrar un paso el diafragma, obtendremos mayor profundidad de campo con lo que tendremos un enfoque más amplio.
Siempre que sea posible, evitar, al enfocar, el uso de la pantalla posterior de la cámara, ya que éstas suelen tener una resolución baja y en muchas ocasiones no es posible ver que el enfoque sea el correcto. Es mejor usar el visor óptico ajustando adecuadamente las dioptrías de éste a nuestra visión como he comentado anteriormente. Desgraciadamente los usuarios de las cámaras compactas, no pueden prescindir de la pantalla trasera para componer o para enfocar la imagen, porque desde hace ya algún tiempo los fabricantes de cámaras compactas digitales, decidieron eliminar los visores ópticos de las cámaras compactas. Decisión que a mí personalmente me parece un tremendo error.
Cuando se hagan fotos con la cámara a mano alzada, hay que procurar pulsar el disparador con suavidad en lugar de golpearlo, y evitar mover la cámara cuando se apriete éste. Mucha gente al oprimir el disparador, mueve de forma involuntaria hacia abajo la cámara, acompañando así el movimiento del dedo que oprime el disparador. Suele ser un movimiento, como digo, involuntario e inapreciable, pero cuando se usan velocidades de obturación bajas ese movimiento se muestra muy patente luego en la foto. Si la cámara está montada en un trípode, y se usan velocidades lentas, es mejor usar un cable disparador para minimizar al máximo cualquier movimiento involuntario de la cámara. Si no se dispone de cable, se puede usar el disparador temporizado de la cámara ajustado a diez segundos. Con esos diez segundos se dará tiempo a que la cámara se estabilice del todo, cuando se tome la instantánea.
Hay que acostumbrase a usar el enfoque manual y no delegar tanto en los automatismos. Éstos están bien, pero donde el enfoque automático no llega, el enfoque manual si lo hace, sobre todo si se fotografía en condiciones de luz escasa o en situaciones donde el contraste entre el sujeto y el fondo es muy fuerte. En la fotografía del reloj (derecha) la cámara estaba montada en un trípode, y aún así tuve que recurrir al enfoque manual porque no había manera de que el enfoque automático hiciera su trabajo. La superficie blanca de la esfera del reloj, era la responsable de que el enfoque automático de la cámara se volviese loco, y no era capaz de enfocar los números y las letras de la esfera.
Por último si se fotografían paisajes, evitar el enfoque al infinito, ya que enfocando de esa forma las zonas del paisaje que estén más cerca del objetivo, pero a la vez lo suficientemente lejos de éste, no saldrán todo lo nítido que debieran. Es mejor enfocar en un punto que esté, más o menos, entre los 2 y los 6 metros del objetivo, de ésta forma al cerrar el diafragma lo suficiente, se conseguirá que la profundidad de campo sea la máxima posible, apareciendo nítido todo lo que esté en una distancia comprendida entre 1 y 3 metros por delante del sujeto, o motivo principal, y todo lo que esté por detrás del sujeto hasta el infinito o casi. Es lo que se conoce como distancia hiperfocal. Ahora ya solo queda dejar de leer, coger la cámara de fotos y liarse a fotografiar cosas, objetos, paisajes o personas, que usando la cámara es la mejor manera de aprender y familiarizarse con ella. Solo espero que te haya parecido interesante ésta entrada y que si tienes algo que comentar, ya sabes donde estoy.
En la próxima entrega, la exposición.
Ángel Tejedor
Un aficionado a la fotografía

martes, 21 de diciembre de 2010

CONSEJOS PARA HACER MEJORES FOTOS 1º PARTE (La Composición)

Una de las mayores aspiraciones de todos los que tenemos afición por la fotografía, aparte de poder vivir de ella, es la posibilidad de llegar hacer la foto perfecta, o casi, es decir, llegar a realizar una foto impactante digna de estar en cualquier galería de arte. Para los profesionales, aunque es una tarea difícil, seguro que lo tienen más al alcance, por equipo, conocimiento de la técnica y sobre todo años de experiencia. Pero para el resto de mortales aficionados, que no nos ganamos la vida haciendo fotos (aunque, repito, a muchos ya nos gustaría) la cosa es más difícil aún. Cierto es que hay muchos aficionados que son capaces de hacer instantáneas espectaculares, pero para la inmensa mayoría de nosotros (los aficionados de andar por casa) realizar una foto realmente buena, a la que no se la pueda poner ningún pero, pues eso, que es muy pero que muy difícil. Por eso cuando imaginamos la forma en que queremos que salga una foto, y ésta no sale tal y como habíamos pensado, la frustración nos invade casi por completo y solo nos queda el consuelo de la postproducción, a ver si podemos sacar algo en claro con PhotoShop, y si no se puede, volver a intentar repetir la foto (siempre que se pueda) a ver si ahora hay más suerte.
A mi juicio, y dicho con toda la humildad, tres son los factores que pueden arruinar una foto: La Composición, el Enfoque y la Exposición. Seguro que habrá muchos más motivos, pero sinceramente creo que esos tres son los que más facilmente puede controlar el fotógrafo.
Una foto mal compuesta arruinará la foto mejor expuesta, de la misma manera que si ésta está desenfocada pero correctamente expuesta. Por poner un ejemplo, si se usa un modo de enfoque contínuo al fotografiar escenas de acción, eso ayudará a captar con nitidez a los sujetos a medida que se les sigue con la cámara. Pero si ese mismo modo de enfoque se usa para hacer un retrato, o primer plano de algo, lo más probable es que el enfoque automático no pare de moverse mientras se esta componiendo la escena, así es que con toda seguridad alguna parte de la foto saldrá desenfocada, y si para colmo nos equivocamos en el modo de medición, entonces la foto saldrá fatal. Así es que ¿Qué hacer? ¿Es mejor usar el modo de medición puntual, o por el contrario es preferible usar un punto de enfoque? Y si la cámara, en modo automático, es capáz de hacer una foto decente ¿Qué sentido tiene usar los modos semiautomáticos o manuales? Vamos a ver como podemos corregir esos fallos antes de hacer la foto, porque tratar de rescatar una foto en PhotoShop con alguno de esos fallos, muchas veces es algo dificilísimo, o como decia aquél: Cuando no se puede no se puede, y además es imposible. Para que resulte más cómodo de leer, voy a separar ésta entrada en tres. La primera es la composición.
LA COMPOSICIÓN (Antes de hacer la foto)
En contra de lo que puediera parecer, realizar una buena composición no es algo excesivamente difícil o complicado, sin embargo requiere una cierta planificación antes de que pulsemos el botón del disparador. La mayoría de nosotros, cuando miramos por el visor, o la pantalla, de nuestra cámara para captar una instantánea, siempre, o casi siempre, disparamos con la cámara pegada a la cara y a la misma altura, o sea la de los ojos. Para algunas fotos ésto puede funcionar, pero lo cierto es que el mundo visto desde ese punto de vista, valga la redundacia, ya está muy visto. Así es que, si lo que se quiere es sorprender al espectador, será una buena idea el tomarse el tiempo que sea necesario para realizar composiciones algo inusuales. Hay que perder el miedo a arrodillarse o tumbarse en el suelo, para obtener un punto de vista diferente, por eso en algunas ocasiones, es una buena idea llevar en la mochila, cuando vayamos a fotografiar cosas, personas o lo que sea, una esterilla para podernos tumbar, o arrodillar, para poder ver como sería esa foto a vista de hormiga, por ejemplo, y así conseguir una instantánea usando un punto de vista diferente. Es muy útil disponer de un trípode pequeño, cuya altura no supere los 30 ó 40 centímetros, para realizar tomas a ras del suelo o con vistas de abajo a arriba. También es una buena idea usar un punto de vista elevado, no estoy hablando de llevarse una escalera como hacen algunos fotógrafos profesionales cuando van a cubrir algún evento. Pero lo que si podemos hacer es usar un monopode y levantarlo con los brazos por encima de nuestras cabezas, la cámara se puede disparar con un disparador remoto con o son cable. Hay que perder el miedo a realizar esas acciones en medio de la calle, eso sí, sin molestar demasiado a los viandantes.
También es importante usar un objetivo adecuado a lo que tengamos pensado fotografiar, no es lo mismo hacer un primer plano con un objetivo cuya focal sea de 100 m/m, que usarlo para mostrar la amplitud de una gran avenida, o de un paisaje campestre. Para esos casos es mejor usar un objetivo cuya focal esté por debajo de los 50 m/m, pero sin llegar a las focales tipo ojo de pez, aunque todo depende de como queramos mostrar aquello que queremos fotografiar. Es importante, al mirar por el visor, buscar armonía en lo que se ve, por lo que la técnica del "apunta y dispara", es mejor dejarla a un lado. Siempre será mejor inclinar un poco la cámara, buscando las líneas sinuosas de un paisaje, que realizar la típica foto de paisaje de vacaciones. Afortunadamente existen algunas técnicas que pueden salir en nuestra ayuda para realizar una buena composición, Además siempre tendremos a nuestro aliado PhotoShop para ayudarnos a solucionar algunos fallos cometidos en el momento de componer una foto.
Fuera de PhotoShop existe una regla muy conocida entre todos los fotógrafos aficionados, y es la llamada Regla de los Tercios. ¿En qué consiste dicha regla? Pues básicamente se reduce a dividir el encuadre en dos líneas verticales equidistantes y otras dos horizontales también equidistantes. Esas líneas crean cuatro puntos de intersección, y según esa regla el sujeto, o el centro de interés a fotografiar, se debe colocar en una de esas cuatro intersecciones, ya que según parece esos cuatro puntos propician una sensación de equilibrio en la imagen. Tan importante es esa regla, que algunos fabricantes han incluido en las pantallas de sus cámaras esas cuatro líneas para facilitar el encuadre y no tener que llegar a imaginarlas.

Mira la foto de la derecha. En ella se puede observar un paisaje como la mayoría de la gente lo fotografiaría, más o menos centrado. Las líneas que he incluido son las líneas que sirven para ver la regla de los tercios. Como se puede ver ninguno de los puntos de intersección coinciden con algo de interés en la foto, con lo que la vista se pierde en la imagen y además los dos pinos del primer plano están cortados. Siempre que se pueda hay que evitar el hacer fotos así.
Ahora mira la foto de la derecha. En esa foto el punto de vista de la cámara se ha desplazado arriba y a la derecha, haciendo coincidir tres de los cuatros puntos de intersección con algunos de los elementos de la imagen. El punto inferior izquierdo, se ha hecho coincidir con la línea que separa el suelo de los árboles. Y los dos puntos de la derecha (inferior y superior) coinciden con el tronco del pino que está en primer término a la derecha, haciendo que en la imagen se incluyan más elementos.
Observa ahora la animación que he incluido. Al hacer la foto he desplazado la cámara hacia abajo, con lo que la línea horizontal inferior (señalada con una flecha roja) ha quedado desplazada por debajo de la línea que separa el suelo del cielo. De ésta forma he hecho coincidir los dos puntos de intersección de la línea horizontal superior (flecha verde) con la bici y con el matojo de la derecha. A la vez he desplazado el punto de vista de la cámara a ras del suelo. Cuando en la animación se quitan las líneas, la foto es más interesante, o por lo menos el punto de vista de la imagen es diferente.


Ahora que he hablado del punto de vista, quiero que mires la foto que está debajo de éste texto a la izquierda. En ella hay una flecha roja que señala una zona concreta de la imagen. ¿Ya la has visto? Bien. Contéstate a ésta pregunta: ¿Cómo se vería el paisaje si en lugar de verlo desde la perspectiva de un humano, la vieras desde la perspectiva de una lagartija por ejemplo? Pues el resultado es la imagen que está a la derecha. Diferente ¿no?, por eso hay que tomarse el tiempo necesario para hacer composiciones distintas a las del resto de fotografías. Buscar ángulos raros, posiciones de cámara complejas, etc.
En definitiva, tratar de hacer que tus fotos tengan un punto de vista, y una composición, diferente para que las fotos dejen de ser fotos del montón y éstas tengan tu sello personal. Todo es cuestión de probar cosas nuevas.








LA COMPOSICIÓN (Después de hacer la foto)
Bien, ya tenemos claro el concepto de la composición y del punto de vista, o por lo menos ya sabemos que tenemos que hacer para que una foto deje de ser una foto normal. Pero ¿Y si ya hemos hecho las fotos? ¿Qué hacemos entonces? Bueno, para eso tenemos a nuestro buen amigo PhotoShop que en algo nos podrá ayudar, y en concreto su herramienta "Recorte".
Mira la foto de la derecha. La tome así de torcida, de forma deliberada para mostrar como se puede enderezar una foto usando la herramienta mencionada. Si estás usando PhotoShop CS4, al abrir la imagen, ésta se abrirá en Adobe Camera RAW (ACR). Entre todas las herramientas que tiene ACR, hay dos que son las que vamos a usar y que están señaladas con una flecha azul (herramienta Recorte). Y con una flecha roja (herramienta Enderezar) en la imagen debajo de éste texto a la izquierda. Éstas herramientas se encuentran en una barra que está en la parte superior izquierda de la ventana, justo encima de la foto abierta. Después de tener abierta la imagen en ACR, elegimos la herramienta Enderezar (flecha roja).
Hacemos clic en el borde izquierdo de la imagen, donde señala la flecha negra en la imagen de la derecha debajo de éste texto, y sin soltar el botón izquierdo del ratón, arrastramos éste hacia el borde derecho de la imagen, justo donde está la flecha azul en la imagen a la derecha de éste texto.
Es decir, que de lo que se trata es de trazar una línea diagonal con la herramienta Enderezar. Al soltar el botón del ratón, se habrá seleccionado de forma automática la herramienta Recorte, a la vez que en la imagen habrán aparecido 8 tiradores. Si se posiciona el cursor del ratón fuera de uno de los tiradores de las esquinas, éste se convertirá en una doble flecha curvada. Cuando el cursor adquiera esa forma, haz clic con el botón izquierdo del ratón y sin soltar ve arrastrando éste a la derecha o a la izquierda. En ese momento la selección comenzará a rotar sobre si misma a medida que vas moviendo el ratón. Ve girando la selección a un lado y a otro, hasta que el resultado te convenza y usa los demás tiradores para ajustar el área seleccionada a tus preferencias, o a lo que busques. Cuando el resultado te parezca aceptable, en la misma barra de herramientas, donde está la herramienta Recorte, pulsa sobre la herramienta Mano y la imagen se mostrará tal y como quedará una vez recortada y enderezada. Si el resultado te convence, solo tienes que hacer clic en Abrir imagen para que ésta se abrá ya enderezada en PhotoShop, para seguir editándola.
La imagen enderezada y recortada quedará como se puede ver en la imagen a la derecha de éste texto. Si no tienes ACR instalado porque tu versión de PhotoShop es mas antigua, puedes usar la herramienta Recorte desde el mismo PhotoShop, que se encuentra en la barra de herramientas de la izquierda de la ventana.
Para ilustrar éste ejemplo he usado una imagen en la que el efecto de inclinación estaba exagerado, por lo que al enderezar la imagen se han perdido muchos elementos de ésta. En condiciones normales la inclinación de una imagen no suele ser tan acusada, por lo que el uso de la herramienta Recorte no eliminará grandes zonas de la imagen.
En la próxima entrega hablaré del enfoque. ¡¡ FELIZ NAVIDAD A TODOS Y TODAS !!

Ángel Tejedor
Un aficionado a la fotografía

lunes, 22 de noviembre de 2010

DESTACAR COLORES EN LAS FOTOGRAFÍAS

Cunado comenté, en la entrada anterior, que se está poniendo de moda colgar fotos panorámicas en las paredes de nuestro salón, Eso me llevó a pensar que para algunas personas es posible que realizar una foto panorámica, sin recurrir a los programas que realizan las panorámicas automáticas, o a las fotos comerciales de las tiendas, pueda ser una empresa algo complicada. Por eso me he animado a explicar un método que da muy buenos resultados, y que gracias a él podemos convertir una foto normal y corriente en una foto que bien pudiera catalogarse de obra de arte. No nos engañemos, no estoy hablando de algo parecido a tener un cuadro de Velázquez o de Van Gogh colgado de la pared de casa, no se trata de eso. Se trata de crear pequeñas obras de arte con las fotos hechas por nosotros mismos.
Yo creo que, bajo mi humilde opinión, las mejores fotos para estar colgadas de las paredes de casa son las fotos de paisajes o lugares pintorescos, pero claro eso es solo una opinión, la mía concretamente. Es evidente que cada cual tendrá sus propias preferencias, yo solamente aporto una idea.

Para la realización de éste trabajo me voy a decantar por la foto que se puede ver a la derecha de éste texto. En ella se ve un paisaje otoñal de un estanque, obviamente tal y como está la foto no pasa de ser una foto del montón, pero después del tratamiento que le vamos a dar, la apariencia de ésta cambiará de forma radical.

PROCESO A SEGUIR
Lo primero que tenemos que hacer, obviamente, es abrir la imagen en PhotoShop, yo voy a usar la versión CS4, pero se puede hacer en cualquier otra versión de PhotoShop. Vamos hacer unas operaciones preliminares antes de la edición en sí, así es que…


PASO 1.- Seleccionamos la herramienta “Recortar” y nos aseguramos que, en la barra de propiedades, las casillas Anchura, Altura y Resolución no hay nada escrito en ellas. Hacemos clic en un área cualquiera de la imagen y manteniendo pulsada la tecla “Mayúsculas” (para realizar una selección perfectamente cuadrada) y el botón izquierdo del ratón pulsado, arrastramos éste hasta seleccionar un área lo suficientemente significativa de la imagen, o el área que cada uno en su foto, le interese más. En mi caso el área recortada es la que puedes ver a la derecha. Una cosa, es aconsejable realizar una copia de la foto y trabajar sobre esa copia, así la foto original la tendremos a buen recaudo.
PASO 2.- Una vez que la imagen ya la tengamos recortada, creamos una capa duplicando la capa fondo, haciendo clic sobre dicha capa y arrastrándola hasta el icono "Crear una capa nueva" de la paleta Capas. Otro método es pulsar la combinación de teclas "Ctrl + J". Con ésto, en la paleta capas, tendremos la Capa fondo y la nueva capa recién creada llamada Capa 1.
PASO 3.- Con la nueva capa seleccionada vamos a crear una nueva capa de ajuste del tipo Niveles, así es que si estás usando CS4 solo hay que hacer clic en la paleta "Ajustes" y hacer clic en el icono "Niveles". Si no tienes la versión CS4, haz clic en el icono que está en la paleta Capas y que tiene forma de círculo cuya mitad está rellena de color negro. Se desplegará un pequeño menú y solo habrá que elegir la opción "Niveles". En dicha ventana veremos tres iconos en forma de cuentagotas, hay que elegir el cuentagotas correspondiente a la configuración del Punto gris. Seguramente sea el que se encuentra en el medio de los otros dos, de todas maneras si nos posicionamos sobre cualquiera de ellos con el puntero del ratón, aparecerá un mensajito diciendo de que se trata.
PASO 4.- Ahora lo que tenemos que hacer es clic, con el cuentagotas del punto gris seleccionado, en una parte de la imagen que sea gris, o lo más parecido posible, para corregir toda la fotografía. Si después de haber hecho clic no te convence el resultado, deshaz el paso y vuelve hacer clic en otra parte de la fotografía que se acerque más al gris. Si tu versión de PhotoShop no es CS4, cuando estés satisfecho con el resultado pulsa "Ok" para validar la acción.
PASO 5.- Ahora vamos a acoplar éstas dos capas, es decir la Capa 1 con la capa Máscara de Ajuste Niveles, para ello pulsa la combianación de teclas "Ctrl + E", con lo que en la paleta Capas volveremos a tener la Capa Fondo y la Capa 1.

PASO 6.- Volvemos a seleccionar la Capa 1 y procedemos a ajustar las iluminaciones y las sombras, para ello hacemos clic en el menu "Imagen" y después en "Ajustes". Se desplegará un menú en el que seleccionamos la opción "Sombras e iluminaciones". Se abrirá una ventana como la de la imagen a la izquierda de éste texto. En mi caso he configurado los controles deslizantes de esa ventana, tal y como puede verse en la imagen de la izquierda. Evidentemente éstos ajustes serán diferentes en la imagen de cada cual, pero de lo que se trata es de darle a la imagen más contraste y de revelar las posibles zonas ocultas que por exceso de oscuridad en las sombras, antes del ajuste, no se veían o estaban con poco detalle. Si tu versión del programa es más antigua, puedes corregir la imagen haciendo clic en "Imagen", "Ajustes" y después elige "Corrección selectiva". 
PASO 7.- Volvemos a duplicar la Capa 1 porque ahora vamos a convertir la imagen en blanco y negro. Seleccionamos la capa que acabamos de crear y hacemos clic en el menú "Imagen", después en "Ajustes" y por último en "Blanco y negro". Nos aparecerá una ventana como la que se puede ver a la izquierda justo debajo de la otra imagen. Los ajustes que se pueden ver en la imagen se corresponden con la imagen del estanque que nos ocupa, y lo que he hecho ha sido aumentar un poco los rojos para aclarar los amarillos y los ocres. Un poco de amarillo para resaltar y contrastar los verdes. Un poco de verde para suavizar la transición entre los amarillos y los verdes. Un poquito de cian para aclarar los reflejos del agua y he reducido los azules para dar al agua un poco más de densidad y que ésta no quede tan plana. Haciendo clic en la casilla "Previsualizar", podremos ir viendo los cambios que vayamos haciendo a la imagen. Todo es cuestión de hacer que las sombras adquieran densidad y las iluminaciones tengan el suficiente contraste para que la foto resulte atractiva a nuestros ojos. Hay que recordar que la foto primero nos tiene que gustar a nosotros. Evidentemente éstos ajustes variarán en función de la imagen que estemos editando. Así es que en función de la imagen que tengamos habrá que hacer unos ajustes u otros, cuando estemos satisfechos con  los resultados hacemos clic en "Ok" y listos. Si tu versión del programa es más antigua, puedes hacer clic en "Imagen", "Ajustes" y después elegir la opción "Equilibrio del color". 

PASO 8.- Después de éstos ajustes, la foto tendrá el aspecto que se puede ver en la imagen de la derecha. Seleccionamos la capa en blanco y negro (que se llama Capa 1 copia) y la colocamos, en la paleta capas, justo por debajo de la Capa 1. Seleccionamos dicha Capa 1, la que tiene la imagen en color, porque ahora vamos a trabajar en esa capa ya que  vamos a potenciar un poco más los tonos y colores de la parte derecha de la imagen. Pulsamos para ello en la combinación de teclas "Ctrl +U" para abrir la ventana "Tono/Saturación". En la lista desplegable de dicha ventana, nos aseguramos primero que esté seleccionado "Todos", para actuar sobre todos los colores de la imagen, y desplazamos el control "Tono" hasta -8, por ejemplo. Con ésto habremos conseguido darle a las hojas del lado derecho un aspecto más otoñal al potenciar los tonos rojizos. Luego hacemos clic en el desplegable de antes y seleccionamos de la lista "Rojos", para alterar los tonos rojos de la imagen y aumentamos el control de "Saturación" a +30, por ejemplo. Por último seleccionamos los "Amarillos" de la lista desplegable y aumentamos la saturación a +20, por ejemplo. Si se hace clic en la casilla de previsualización, se podrá observar como se han potenciado los colores de las hojas.
PASO 9.- Ahora vamos hacer uso de las máscaras de capa, así es que con la Capa 1 seleccionada, hacemos clic, en la paleta capas, en el icono "Máscara de capa" (el del círculo cuya una mitad es blanco y la otra es negro) y elegimos "Niveles". Aceptamos sin tocar en ningún sitio y la nueva capa (que habrá aparecido en la paleta Capas y que se llama Niveles 1) la desplazamos hasta posicionarla entre la Capa 1 y la Capa 1 copia.
PASO 10.- Vamos a agrupar la Capa 1 con la capa Niveles 1, y para ello nos situamos con el cursor entre las dos capas, pulsamos la tecla "ALT" y sin soltarla hacemos clic con el botón izquierdo del ratón. He incluido una pequeña captura animada, debajo de éste texto, que ilustra el proceso de agrupar capas. También podremos agrupar esas dos capas seleccionando la Capa 1, y en el menú "Capas", elegir la opción "Agrupar con la anterior".
PASO 11.- Seleccionamos la máscara de capa recién creada y pulsamos la combinación de teclas "Ctrl + I", con ésto, la máscara habrá cambiado de blanco a negro, ocultando toda la capa de color y revelando la capa que se encuentra debajo, que es la capa en blanco y negro. Ahora podremos revelar desde la máscara, todos los colores que se encuentran en la capa de color, haciendo que nuestra imagen en blanco y negro, vaya adquirendo, poco a poco, el aspecto que nosotros queramos, deseemos o el que más nos apetezca y nos guste.
PASO 12.- Lo que hay que hacer a continuación es armarse de paciencia y poner a trabajar a nuestras dotes artísticas, porque lo que tenemos que hacer es ir coloreando todas las zonas de la imagen que nos interesen. Por eso primero ampliamos la imagen lo suficiente, como para trabajar con cierta comodidad y seleccionamos la herramienta "Pincel". Una vez seleccionada la herramienta, nos aseguramos de que el color frontal esté en blanco, el tamaño del pincel será de 20 ó 25 (en mi caso) y el tipo de pincel será con contornos difusos. El resto de opciones como la Opacidad, el Flujo y el Modo, las dejamos en 100 %, 100 % y normal respectivamente.
PASO 13.- Con todo configurado, comenzamos a pintar sobre la zona de la imagen que nos vaya interesando, poco a poco, hasta que nuestra imagen vaya adquiriendo el aspecto que más nos guste. Hay que tener en cuenta que, en algunas ocasiones, tendremos que pintar las hojas una por una. Por eso he dicho antes que hay que tener paciencia y tomarnos nuestro tiempo para hacer las cosas bien. Según vayamos avanzando en la edición, y para visualizar mejor por donde tendremos que pasar con el pincel, podemos deshabilitar la capa momentáneamente haciendo clic, mientras tenemos pulsada la tecla "Mayúsculas", sobre la máscara de la paleta capas. De esta forma iremos viendo por donde debemos pasar con la herramienta pincel.

PASO 14.- Cuando hayamos terminado, tendremos algo parecido a lo que se puede ver en la imagen de la derecha. Al pintar sobre la máscara de capa con el color frontal seleccionado (el blanco), lo que hemos hecho ha sido dejar que la Capa 1, donde esta la foto en color, se vea por debajo de la máscara, dando a la foto una apariencia completamente distinta. Solo queda mejorarla un poco más y añadirle un marco sutil para que la foto se haya ganado el derecho de colgar de una de las paredes de nuestro salón.
PASO 15.- Lo siguiente es editar las sombras para revelar más detalle de éstas, y para ello usaremos las herramientas "Sobreexponer" y "Subexponer". Hacemos clic en la capa en blanco y negro, ésto es, en la Capa 1 copia, y después seleccionamos la herramienta "Sobreexponer" y configuramos las propiedades de ésta de la siguiente forma: El Rango lo ponemos en Sombras, en Exposición yo lo he ajustado a 25 y he elegido un tamaño de pincel adecuado a la zona a tratar, como siempre y dependiendo de la foto que tengas, tendrás que usar un valor u otro. Así vamos repasando sobre las zonas que esten más oscuras en la imagen hasta que esten a nuestro gusto. Después seleccionamos la herramienta "Subexponer", y en Rango, seleccionamos Medios tonos, la Exposición la ajustamos a 15 ó 20, según dependa y el tamaño del pincel lo ponemos adaptado a la zona que vayamos a editar, así vamos repasando por todas las zonas de sombras para crear más contraste en éstas y dar a la imagen más densidad.
PASO 16.- Para terminar vamos a poner un marco a nuestra foto. Para ello pirmero debemos acoplar todas las capas, por eso hacemos clic en el menú "Capa" y seleccionamos "Acoplar imagen". Con la imagen acoplada, hacemos clic sobre el menú "Imagen", y elegimos "Tamaño de lienzo". En la ventana que nos aparece podemos ver las medidas actuales de nuestro lienzo, que deberán ser iguales puesto que el recorte que le hicimos a la foto era cuadrado. Añadimos 0,05 centímetros, tanto en el ancho como en el alto, a los valores que nos aparecen y elegimos como color de fondo el blanco. Hacemos clic en Ok, y nuestra imagen tendrá ahora un pequeño recuadro de color blanco alrededor. Le vamos a poner otro marco pero ahora de color negro para que destaque el marco blanco. Volvemos a pulsar sobre el menú Imagen y sobre Tamaño de lienzo, y le añadimos al ancho y al alto 0,20 centímetros, eligiendo ahora el color negro. Hacemos clic en Ok y el resultado es el que se puede ver en la imagen debajo de éste texto.
Como se puede ver la foto a pasado de ser una imagen del montón, a ser una pequeña obra artística que puede colgar de las paredes de nuestra casa perfectamente, y lo más importante es que la habremos hecho nosotros mismos. Por lo que si a nuestra casa viene alguna visita y la ve, aunque no diga nada seguro que le gustará mucho.


Ángel Tejedor
Un aficionado a la fotografía