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domingo, 20 de febrero de 2011

CONSEJOS PARA HACER MEJORES FOTOS - 3º PARTE Y ÚLTIMA (La Exposición)

Cuando tomas una fotografía, siempre esperas que la imagen que salga después esté perfecta tanto en la composición, como en el enfoque o en la exposición. Sin embargo, hay veces que aunque la cámara este en modo automático, y los dos primeros parámetros estén correctos, te encuentras con que una foto sale mal expuesta. Al verla en la pantalla de tu cámara torcerás el gesto, pondrás cara de desaprobación y en ocasiones la borraras directamente de la tarjeta, bien porque no te apetece pasarte un buen rato delante del ordenador para ver si la recuperas, o bien porque directamente decides que no te satisface lo más mínimo. Según yo lo veo, dos son los estados que puede tener una imagen con mala exposición: O está subexpuesta, como la imagen de abajo a la izquierda. O está sobreexpuesta, como la imagen de abajo a la derecha. En ambos casos las dos imágenes, visualmente hablando, no aportan nada y no son agradables de ver. En la imagen subexpuesta, la de la izquierda, los detalles de las luces casi (y hago hincapié en ese "casi") se podría decir que están bien expuestos, un poco oscuros pero no demasiado. Sin embargo los detalles de los medios tonos y de las sombras están ocultos y no se aprecian con claridad.






Si te fijas en el histograma de la izquierda, verás que la mayor parte de la información tonal se agrupa hacia la izquierda, la zona de las sombras, mientras que en la zona de la derecha, la parte de las luces, apenas hay información. Es decir, falta equilibrio entre las tres zonas, que a fin de cuentas una exposición correcta es eso: Un equilibrio correcto entre las luces, las sombras y los medios tonos. Por el contrario, en la imagen sobreexpuesta (la de la derecha) en el histograma, los medios tonos y las sombras se podría decir que tienen algo de detalle y se aprecian bien, pero las luces están quemadas, éstas no tienen detalle y están planas, por lo que la imagen tampoco es válida. Su histograma es radicalmente opuesto a la foto subexpuesta, la gran mayoría de la información  se desvía hacia la derecha, mientras que en la zona izquierda, la de las sombras, casi no hay información.
Pero aunque parezca una bobada lo que voy a decir, dentro de lo malo siempre es mejor, al fotografiar, decantarse por una imagen subexpuesta a otra sobreexpuesta, y ¿por qué? Pues porque en una imagen sobreexpuesta los detalles de las luces, y luces altas y algunos medios tonos están quemados, y por mucho que se edite la imagen, no se podrá recuperar información de esas zonas quemadas, porque sencillamente esa información no existe. Se ha perdido. Por el contrario, en una imagen subexpuesta, esa información no se ha quemado, está ahí aunque no lo apreciemos, por lo que si corregimos adecuadamente la exposición de la imagen en PhotoShop, o en cualquier otro software de edición digital de imágenes, veremos como las zonas oscuras de la imagen, en la mayoría de los casos, se recuperan mostrando la información que contienen. Pero no nos engañemos ya que todo tiene un límite, porque si la fotografía está demasiado subexpuesta tampoco se podrá recuperar gran cosa.
¿QUÉ HACER ENTONCES?
Si no quieres estar quemándote las pestañas delante del ordenador, intentando salvar lo insalvable, deberás tener en cuenta una serie de normas para que no pase eso. La más simple, y siempre que tu cámara te lo permita, antes de hacer la foto es una buena idea visualizar el histograma en tiempo real, es decir, que según estés enfocando a lo que quieras fotografiar, puedas ver como el histograma va cambiando en función de la luz que va recibiendo de la escena. De ésta forma, podrás ver que si el histograma se desvía hacia la izquierda (la zona de las sombras) la imagen te saldrá subexpuesta. Por el contrario, si el histograma se va a la derecha (la zona de las luces) la imagen que obtendrás estará sobreexpuesta. Por lo que la virtud, como en todo, está en el término medio, es decir, intentar lograr un histograma que ocupe la toda la gama tonal, desde la parte izquierda, hasta la parte derecha, o dicho de otra forma: Que haya información  en toda la extensión del histograma. Si no puedes lograr que el histograma ocupe toda la gama, bien porque las condiciones de luz sean malas o bien porque haya demasiado contraste entre las luces y las sombras, siempre será mejor intentar que el histograma ocupe la parte central de la escala, o en su defecto que esa información se desvíe un poco hacia la izquierda. De esa forma tendrás imágenes aceptablemente expuestas, aunque éstas se desvíen un poco hacia las sombras, y aunque luego tengas que pasarlas por la edición, las correcciones de exposición y de niveles que hagas podrán ser mínimas. Otra norma es que siempre que sea posible, te acostumbres a disparar en RAW, de ésta forma podrás editar tu foto de una manera más eficaz que si eliges disparar en JPEG. Si tu cámara no permite disparar en RAW y solo puedes hacerlo en JPEG, deberás de ajustar la cámara para que siempre dispare a la máxima calidad que el sensor permita. Por lo menos podrás conseguir instantáneas decentes a pesar de la pérdida de información que acarrera el formato JPEG.
Otra manera que tienes de lograr una exposición correcta, o lo más correcta posible, es seleccionar el  modo de medición que mejor se adapte a la escena que vayas a fotografiar. Por regla general, todos los fabricantes de cámaras fotográficas incluyen los tres modos de medición más comunes: La medición puntual, la ponderada al centro y la general o de amplio espectro. Aunque los fabricantes suelen llamar a los modos de medición usando su propia terminología: Matricial, multipatrón, multisegmento o promediada, lo cierto es que se llamen como se llamen todas hacen lo mismo, y a día de hoy nos podemos fiar bastante de sus mediciones ya que suelen ser muy precisas. Pero ¿Cuál es el mejor? Pues todo depende de lo que vayas a fotografiar. El Modo Multisegmento toma una lectura amplia de lo que ves por el encuadre, por lo que viene bien cuando lo que se va a fotografiar es un paisaje o una escena en el exterior. Por regla general éste modo de medición será el que más se use al aire libre. Pero ¿y si tienes que hacer un retrato de medio plano o de un primer plano? ¿Qué hay que usar? Pues yo me decantaría por la medición Ponderada al Centro. Ésta medición toma una lectura de una parte amplia de la zona central del encuadre, descartando el resto. Por lo que es útil cuando se pretenda evitar que el fondo no influya en la medición de la cámara, así, el fondo no destacará más que la cara del sujeto, sobre todo cuando éste sea más claro que la cara. Por último está el modo de medición Puntual. Éste tipo de medición es preciso y se centra únicamente en una parte muy pequeña del encuadre, que generalmente coincide con el centro del mismo. Éste tipo de medición es útil para cuando quieras restringir la medición a un punto concreto de la escena, como por ejemplo las fotografías macro, así te aseguras que esa parte de la escena salga correctamente expuesta.
LOS VALORES ISO Y EL BALANCE DE BLANCOS
Hay mucha gente que para evitar problemas en la exposición cuando las condiciones de luz son escasas, lo que hacen es aumentar el valor ISO de la cámara para aumentar la sensibilidad del sensor, de ésta forma pueden mantener los valores de obturación y apertura de diafragma. Pero eso lleva aparejado un pequeño problema. Si el valor ISO lo aumentamos demasiado (en algunas cámaras por encima de los 800 ISO) aparece en la imagen lo que se conoce como Ruido. ¿Y qué es el ruido? Pues el ruido es una especie de interferencia eléctrica que se crea cuando los electrones se mueven por los conductores eléctricos, ya que al tiempo que eso ocurre se crea una corriente eléctrica inducida (o corriente eléctrica parásita) en el conductor eléctrico. El sensor de cualquier cámara fotográfica está construido con millones de células sensibles a la luz y cada píxel tiene montones de esas células. Cuando la luz incide sobre ellas generan una corriente eléctrica que es la que forma la imagen y es la que se encarga de grabar dicha imagen en la tarjeta. Pero asociada a esa corriente eléctrica, y como ya he dicho antes, se crea otra corriente eléctrica inducida o parásita, que no tiene nada que ver con la imagen. Esa corriente parásita crea en la imagen pequeños puntos que restan nitidez a la misma, a la vez que hacen que la exposición se resienta. El ruido se puede corregir en postproducción, pero siempre es aconsejable minimizarle en el momento de hacer la foto, por lo tanto siempre que se pueda, y para conseguir fotos libres de ruido en un porcentaje muy alto, es aconsejable disparar con un valor que no exceda de los 200 ISO.
Otra cosa que hace que una foto no tenga una correcta exposición  es disparar constantemente con el Balance de Blancos automático. Por regla general el balance de blancos automático, de la mayoría de las cámaras, no lo hace mal del todo, pero en algunas ocasiones no es tan preciso como se desearía. Por eso, en según que condiciones, también afecta a la exposición de la imagen. Por lo que siempre será mejor elegir el balance de blancos que más se ajuste a las condiciones de iluminación reinantes, que dejarlo todo en manos del automático. ¿Qué es un verdadero coñazo tener que estar ajustando el balance de blancos cada vez? Pues si, completamente de acuerdo. Pero así te aseguras que obtendrás los mejores resultados, sobre todo si la, o las fotos, que tengas que hacer deban tener una calidad excelente, bien sea porque se trate de un encargo y vayas a cobrar por ello, o bien sea por obtener buenas imágenes para nuestra satisfacción personal, y porque no, presumir de fotos. Además, si te acostumbras a usar el balance de blancos adecuado a la escena a fotografiar, al cabo del tiempo podrás evaluar mucho mejor, y más rápidamente, cualquier situación en la que te encuentres cuando vayas a hacer fotos, al tiempo que conocerás mucho mejor el manejo de tu cámara. Aunque el balance de blancos siempre se puede corregir a posteriori, como norma es mucho mejor ajustarlo a las condiciones de iluminación justo en el momento de hacer la foto. De ésta forma conseguirás unas fotos mejor expuestas y libres, en un porcentaje muy alto, del ruido que se pueda generar.
LA AYUDA EN PHOTOSHOP
La Corrección del Balance de Blancos y la Exposición
Ya has hecho la foto y al verla en grande en la pantalla del ordenador, ves que no está todo lo correctamente expuesta que debiera, ¿qué haces? Lo primero que hay que hacer, una vez abierta la imagen en Camera RAW, por ejemplo, es comprobar el balance de blancos y ajustarlo de manera adecuada.Usaremos para ello la herramienta de ajuste del balance de blancos, señalada con una flecha roja en la imagen de la derecha. Con esa herramienta seleccionada hay que hacer clic, en un área de la foto, que sea de color gris, o lo más parecido posible. La imagen cambiará su aspecto al cambiar la temperatura de color. Si el resultado no te convence, deshaz la acción pulsando en "CTRL + Z" y haz el ajuste a mano. Para ello mueve los deslizadores Temperatura Matiz de la pestaña Exposición, señalados con una flecha azul y otra amarilla respectivamente, hasta que el resultado sea satisfactorio. Una vez corregido el balance de blancos habrá que centrarse en la exposición, ya que es muy probable que la imagen se haya quedado algo clara o algo oscura al corregir el balance de blancos. Para ello haz clic en el deslizador Exposición, flecha naranja, y lo mueves a la derecha si la imagen está subexpuesta o a la izquierda si está sobreexpuesta. Esto hará que el histograma vaya cambiando a medida que se vaya moviendo el deslizador. Si tienes activadas las alertas de recorte (solo tienes que hacer clic en donde señala la flecha negra para la alerta de las sombras y hacer clic donde señala la flecha verde para las luces. O pulsar las teclas U y O para activarlas) ACR te avisará cuando te pases, con un color rojo para las iluminaciones y un color azul para las sombras. Si has corregido la exposición y ésta ha quedado bien pero las iluminaciones han quedado muy claras y la imagen se ha llenado de color rojo, mueve el deslizador Recuperación (flecha magenta) hacia la derecha, El indicador rojo irá desapareciendo a medida que lo vayas desplazando. Si entonces la imagen empieza a adoptar un aspecto plano, eso es que te estás pasando con dicho deslizador. Así es que mueve ahora el deslizador Claridad, flecha cian, hacia la derecha para compensar. Por último céntrate en las sombras para recuperar algo de detalle en ellas, moviendo el deslizador Luz de relleno (flecha marrón) hacia la derecha, así los indicadores azules irán desapareciendo. 
LA CORRECCIÓN DEL RUIDO
Cuando hayas corregido la exposición y ésta esté a tu gusto, debes corregir el ruido, si éste es muy aparente. PhotoShop tiene, afortunadamente, varias herramientas que pueden reducir el nivel de ruido. La primera de ellas y sin salir de ACR está en la pestaña Detalles (mira la captura  adjunta de la derecha). Aparte de los controles de enfoque, hay dos controles deslizantes, en el apartado Reducción de ruido, llamados Luminancia (flecha azul) y Color (flecha roja). 
El primero de ellos, Luminancia, es para reducir el ruido lumínico, es decir, los puntos de los que antes he hablado en relación con la corriente eléctrica inducida. Son más visibles en imágenes en escala de grises, vulgarmente llamadas fotos en blanco y negro. El segundo control, Color, es para reducir el ruido cromático, y se caracteriza porque alrededor de los puntos del ruido lumínico, se crea un efecto de color de arco iris con manchas de colores. Esto solo ocurre, como puedes suponer, en las imágenes en color. Para que aprecies el efecto de los dos ruidos, he incluido dos imágenes, en las que he exagerado el efecto del ruido para que se pueda ver la diferencia.
La primera de ellas (a la izquierda) tiene ruido lumínico, y se puede apreciar la dispersión de puntos negros por toda la imagen. Si la fotografía es en blanco y negro, y se ha usado un valor de ISO alto por la falta de luz, el ruido será más intenso, sobre todo en cámaras cuyo sensor sea pequeño. 
El caso contrario es el que ilustra la fotografía de la derecha. Esa foto tiene ruido cromático, y se pueden apreciar los puntos de colores que están repartidos por toda la foto. Son dos tipos de ruido diferentes, pero los dos afectan a la exposición de la imagen. Para corregir el ruido en ACR, lo primero que hay que hacer es ampliar la imagen lo suficiente como para poder apreciar el efecto de los controles en la imagen, ya que en la mayoría de los casos el ruido es poco apreciable a simple vista.
Después no hay que mover los deslizadores aplicando mucho efecto de golpe, es mejor que el efecto sea sutil. Se trata de reducir el ruido, no de hacer que la imagen adquiera una apariencia extraña. Por lo que si la imagen tiene ruido lumínico, hay que mover el deslizador Luminancia (flecha azul) hasta un punto en que el ruido se reduzca sin alterar la imagen demasiado. Si la imagen presenta ruido cromático, hay que mover el deslizador Color (flecha roja) siguiendo el mismo criterio que en el deslizador anterior. Si después de mover esos deslizadores solo hemos conseguido que el ruido no sea tan aparente, pero todavía esté visible en la imagen, cerraremos ACR para que la imagen se abra en PhotoShop para aplicarle una corrección más potente. Así es que cuando tengas abierta la foto en PhotoShop, deberás duplicar la capa fondo, para crear una capa sobre la que poder trabajar, y aplicar sobre esa capa el filtro de reducción de ruido. Dentro de la ventana del filtro, también podremos reducir el ruido cromático.
Una vez reducido el ruido a unos niveles aceptables sin que la imagen haya cambiado su aspecto de forma drástica, se puede usar una máscara de capa del tipo Exposición, para ajustar ésta hasta dejar la imagen lo más correctamente expuesta, como muestra la foto de abajo, y con un histograma lo más relleno posible. Como siempre solo es cuestión de practicar con los diferentes ajustes, tanto de la cámara antes de hacer la foto, como de PhotoShop después de hacerla, porque no todas las imágenes admiten el mismo tratamiento. Cuando ya lleves un tiempo trasteando con las fotos, te darás cuenta de que no eres tan malo haciendo fotos. Lo más seguro es que muchos de nosotros no llegaremos a vivir de la fotografía, pero si podremos presumir de ser capaces de hacer estupendas instantáneas, como para que nuestras amistades se acuerden de nosotros cada vez que haya que hacer alguna foto.
Ya solo me queda despedirme hasta la próxima y animaros a seguir sacando fotos, que con la práctica se llega a la perfección.
Ángel Tejedor
Un aficionado a la fotografía